“Cuando viajes a Ítaca pide que tu camino sea largo…
no apresures el viaje…
mejor que dure muchos años…”
Salimos a las 9 de la mañana. Paramos en
Puebla de Sanabria para tomar un cafetito. Por cierto, esta zona es preciosa, tendremos
que volver para conocerla más despacito.
Pasamos los
puertos del Padornelo y La Canda. Nieva un poquito.
Nos
desviamos en A Gudiña hacia Viana do Bolo y sobre las 12 llegamos al
Santuario.
La bajada
al monasterio es espectacular, muy empinada y estrecha…Chus, experta
conductora, nos precede…donde llegue ella llegamos nosotros….
Es un “Santuario Mariano”, es decir, de
adoración a la virgen, el de mayor importancia de la comarca de
Bolo-Valdeorras.
Fue
declarado “Bien de Interés Cultural” (BIC) en el año 2006.
Es un
edificio realmente bello y se ubica en un emplazamiento extraordinario,
ya que corona una roca natural situada al fondo de la garganta formada por
el río
Bibei.
Conocemos a Luciano y a los compañeros que en ese momento viven en el
Santuario.
Vemos las instalaciones
y pasamos a la capilla donde participamos de la oración del mediodía.
En el
comedor compartimos la comida a base de platos preparados por ellos y por la
madre de Chus. Todo riquísimo.
Comemos en
silencio, mientras se lee en voz alta un texto del arzobispo de Astorga sobre
la crisis de la familia en el mundo actual. A la vez se va comentando
individualmente.
Observamos
como se escucha atentamente antes de opinar, se respeta el turno sin pisar la
palabra de nadie. Valoramos la generosidad y entrega de todos ellos, su
calurosa acogida que hizo que nos sintiéramos rápidamente muy cómodos. La
tertulia fue larga y muy interesante. Nos llamó mucho la atención la forma de
tratar los temas personales, hablando de ellos abierta y sinceramente.
Salimos a
pasear. Vemos las ovejas, las ocas, las gallinas, el molino…allí empezó a
diluviar y tuvimos que quedarnos un buen rato dentro de él.
En la
iglesia Luciano nos da una lección magistral convirtiéndose en un experto guía. Nos explica
que su estilo es en su mayor parte barroco,
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El Santuario fue mandado construir por el Obispo de Astorga en el año
1624, en el lugar donde la tradición cuenta que apareció la Virgen.
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Al templo original es de una sola nave, posteriormente se agregó la
Capilla Mayor y las dos torres, así como dos naves en el lado norte y el sur.
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La fachada de este santuario puede considerarse como una de las mejores
obras del Barroco gallego. Portada profusamente decorada; se observan varias
imágenes y destacan sus columnas salomónicas, decoradas con vid y otros motivos
vegetales.
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Consta de dos torres divididas en cinco tramos diferentes.
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En su interior alberga retablos de gran interés, de los cuales el que
más destaca es el del Altar Mayor, debido a su riqueza.
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El recinto del Santuario presenta un pavimento decorativo de cantos
rodados. En el centro de su atrio podemos observar un bello “cruceiro” barroco, elemento arquitectónico típico de
Galicia.
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Es impresionante el Vía crucis
medieval, al parecer el mejor conservado de Europa.
Desde el
santuario disfrutamos de unas sorprendentes
vistas al río Bibei.
De regreso
a casa nos encontramos con una gran nevada al atravesar los puertos de
Padornelo y la Canda.
Hemos pasado un estupendo día, diferente, en el
camino de vuelta a casa hemos reflexionando sobre lo que hemos vivido…
“ Viajar te inspira…
leer te transporta...
escribir te recuerda”
escribir te recuerda”
